martes, 17 de noviembre de 2009

El impactante maltrato infantil

Una serie especial de la revista médica The Lancet sobre el maltrato infantil descubrió que hasta 16% de los niños en estos países son maltratados físicamente y 10% son descuidados o abusados psicológicamente.

Además, hasta 30% de las niñas y 15% de los niños son expuestos a algún tipo de abuso sexual, dice la investigación llevada a cabo en el Reino Unido, Estados Unidos, Australia y Canadá.

Los expertos califican estas tendencias de "impactantes", y afirman que el problema es mucho más común y grave de lo que muestran las estadísticas oficiales.

Pero si el problema del maltrato infantil es impactante en los países ricos, en los países de bajos y medianos ingresos, la situación es aún peor.

Dramática

Los estudios llevados a cabo en América Latina revelan que hasta 63% de los niños podrían vivir en una situación de maltrato físico, sexual, emocional o en negligencia.

"En América Latina es más probable que un niño sea maltratado a que no lo sea" dijo a BBC Ciencia la doctora Isabel Cuadros, miembro del Consejo Ejecutivo de la Sociedad Internacional para la Prevención del Abuso y Negligencia contra los Niños (ISPCAN) y asesora de la organización Save the Children UK.

"A pesar de que el problema no se registra como en el mundo desarrollado -dice la experta- es claro que la forma como se trata a los niños en América Latina es dramática".

El maltrato a los niños implica el abuso sexual, emocional o físico así como el descuido o la negligencia.

A pesar de que a menudo se olvida la negligencia cuando se habla de maltrato, en América Latina éste es un problema sumamente importante.

"Entre los niños que mueren por maltrato -dice la psiquiatra colombiana- la negligencia es la principal causa y esto incluye el abuso prenatal que tiene que ver con el consumo de alcohol de mujeres embarazadas".

Consecuencias

Los expertos advierten sobre las consecuencias a largo plazo del abuso infantil.

El maltrato conduce a mortalidad infantil y a efectos futuros en su salud mental, adicciones, conductas sexuales de riesgo, y conductas criminales.

Aunque el maltrato ocurre en todas las sociedades, ricas y pobres, existen diferencias.

El abuso físico y la negligencia es mucho más común donde hay pobreza.

Pero tal como dice Isabel Cuadros, "la pobreza no es un factor de riesgo del abuso sexual y el emocional".

"E incluso cuando hay mejores condiciones de vida los niños tienen más riesgos de abuso sexual, por ejemplo con el internet, donde pueden ser víctimas vulnerables de pedófilos".

Los estudios de The Lancet identifican varios factores que pueden aplicarse tanto a los países ricos, como a los de medianos y bajos de ingresos.

Por ejemplo, el hecho de que en 80% de los casos de niños maltratados los perpetradores son los padres.

"Quizás la diferencia es que en América Latina el abusador más frecuente es el padre, mientras que en el mundo anglosajón suele ser la madre".

En Colombia, dice Isabel Cuadros, el informe de los casos forenses indica que el 40% del abuso físico grave lo hace el padre biológico y un 14% lo hace el padrastro.

Más cooperación

Los expertos afirman que debe haber una cooperación mucho más cercana entre médicos, escuelas y especialistas en protección infantil para ayudar a combatir esta problemática.

Todavía hay muchos países, dice la doctora Cuadros, "donde sigue siendo más probable que la persona le crea al adulto a que le crea al niño".

"Yo lo llamo "ponerse las gafas rosadas" para tratar de preservar una imagen interna que tenemos del padre bueno y la madre buena".

"Y dolorosamente muchas veces el niño tiene que soportar años de violencia, maltrato y negligencia o termina muerto".

Por eso, dicen, se necesita actuar sobre la sospecha de un niño abusado y establecer medidas de protección para acabar con lo que es un "círculo vicioso".

Por lo regular la persona que maltrata a un niño ha sido víctima de alguna forma de maltrato y a pesar de distintas estrategias para acabar con esta transmisión intergeneracional de abuso no se ha logrado reducir el problema.

Hasta ahora, a pesar de que muchos países han firmado la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, muy pocos se han tomado en serio este marco legal.

"En muchos de nuestros países latinoamericanos no hay recursos ni políticas públicas integrales que protejan en serio al niño", dice la psiquiatra.

"Por eso lo primero es reconocer que la problemática existe y después hay que vigilar estrechamente al que tiene acceso al niño".

"Y tenemos que hacer más esfuerzos para tratar a las personas que han sido víctimas para que no reproduzcan esa violencia contra la siguiente generación", concluye la experta.

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